Los hombre trans no existen

El tratamiento hormonal masculino es más potente y les permite ‘integrarse’ en la sociedad más deprisa que a las mujeres

Fuente: Pixabay

Chaz Bono, hijo de Cher, es un activista estadounidense conocido por la publicación del libro Family Outting, así como por el documental sobre su transición Becoming Chaz. Laith Ashley es un modelo y actor que se dio a conocer debido a unirse al ‘Pit Crew’ (equipo de modelos masculinos) del famoso programa ‘Rupaul: Reinas del Drag’. Sin embargo, existe una diferencia entre ellos y mujeres como Cristina Ortiz ‘La Veneno’, Caitlyn Jenner, Kim Petras, Bibiana Fernández, Indya Moore o Ángela Ponce entre muchas otras: la visibilidad.

Medios de comunicación, cine o series han fomentado una necesaria visibilidad de las mujeres trans, mientras han olvidado a los hombres, a pesar de ser el otro 50% de este colectivo. Esto ha supuesto que, en la actualidad, muchas personas desconozcan por completo a personajes públicos o referentes masculinos. Para demostrar esta idea, el medio Transmitiendo elaboró una encuesta en Instagram en la que participaron 42 personas, solicitando que dieran todos los nombres de personajes públicos trans que conocieran, mujeres y hombres. El resultado de esto determinó que la hipótesis era cierta y existe un desconocimiento sobre la figura masculina trans. Si se analizan las respuestas, se observa que al hablar de mujeres, había cierta variedad de comentarios.

Encuesta de Instagram (elaboración propia)

Sin embargo, al preguntar por los hombres, la mayoría de encuestados no era capaz de decir ningún nombre de personaje público o referente, a excepción de casos como Chaz Bono.

Encuesta de Instagram (elaboración propia)

«Esto se debe al machismo en la sociedad», explica María Homsani, coordinadora del Grupo de Asesoramiento en Temas Trans de Lambda. «Hay un sector de la élite a la que le excitan las mujeres con pene. Si se junta esto con el poder y medios de difusión que tienen a su alcance, da el resultado conocido, es decir, que todas las personas trans con alcance mediático sean mujeres. Esta es la imagen que cualquier persona que desconozca al colectivo se lleva. Afortunadamente, esto está mejorando en los últimos años», continúa.

No obstante, esta situación ha estado también presente dentro del propio colectivo LGTB, ya que durante la primera manifestación española del Orgullo, que tuvo lugar en Barcelona, un hombre llevaba una pancarta donde decía ‘Los hombres trans también existimos’ y los asistentes no lograban entenderlo, incluso mujeres trans se extrañaban, remarca Homsani. Este pensamiento fue habitual durante la segunda mitad del S. XX, teniendo en cuenta que para el franquismo, eran ‘mujeres insatisfechas sexualmente’.

¿Invisibles o privilegiados?

Otra de las razones por las que este colectivo permanece invisible se debe al tratamiento hormonal, que no afecta de la misma forma a hombres y mujeres. En el caso de los varones se utiliza testosterona y le crece el vello corporal, cambia la voz y aumenta la masa muscular relativamente pronto, por lo que se ‘integran en la sociedad’ rápidamente. «El machismo ha provocado que los hombres trans se sientan más respetados después de la transición que antes. Si saliera a la calle con un vestido, la gente pensaría que es un hombre con vestido», aclara la coordinadora del Grupo de Lambda. Por lo que respecta a las mujeres, utilizan estrógenos, que son más suaves y no les cambia ni la voz, ni la estructura ósea, dando una figura ‘más masculina’.

Esta opinión también la comparte el primer concejal trans valenciano, Guillem Montoro, que además del machismo, considera que otro factor es la normatividad actual. «Cuando un hombre inicia la transición, consigue un aspecto más normativo y tiene la ‘ventaja’ de permitirse ser invisible. En el caso contrario, se entiende socialmente que una mujer trans es un hombre que ha bajado un escalón para ser mujer, por lo que se las estigmatiza».

«El machismo ha provocado que los hombres trans se sientan más respetados después de la transición que antes»

La adaptación les otorga ventajas frente a sus compañeras, ya que la sociedad los considera hombres cis (nacidos sexualmente varones) y esto les permite evitar la discriminación, entre otras cosas. El ámbito laboral es el campo donde más grandes son estos efectos, teniendo en cuenta que no suelen tener problemas a la hora de encontrar trabajos, mientras las mujeres presentan una tasa de paro muy alta y acaban optando por el trabajo sexual por necesidad, según Homsani. Además, la cifra de agresiones también es más reducida para los hombres, debido a que los datos del Observatorio Valenciano contra la LGTBfobia muestran que el segundo grupo más agredido son las mujeres trans.